15 noviembre 2006

El juego de las sillas

Cada mañana que subo al Cercanías para ir a trabajar me ronda la misma idea en la cabeza. Incluso la visualizo como tal: Conseguir asiento en el tren es como si 50 personas juegan al juego de las sillas, con la sutil diferencia de que no hay 49 sillas, hay 4. Si no tienes la suerte de que la puerta caiga justo donde estás parado en el andén, despídete de sentarte. Y aún teniendo esa potra, todavía no las tienes todas contigo, hay que ser más rápido que los de las puertas adyacentes.



La diferencia entre el triunfo (ir sentado leyendo los periódicos gratuitos), el fracaso (ir de pie) y el fracaso estrepitoso (ir de pie sin poder apoyar la espalda en ningún sitio) puede llegar a ser tan pequeña como los centímetros de más o de menos en los que el tren efectúe su parada. En realidad es como la vida, una selva ...