24 octubre 2006

El optimismo desmesurado

Toca divagación chorra. Ya sabéis, de vez en cuando me descuelgo con algún post de filosofía barata de la Srta. Pepis. No me lo tengáis en cuenta.

La reflexión de hoy es la siguiente: El optimismo desmesurado es un mal negocio. Pensar ,o -lo que es más grave- creerte, que todo te va muy bien cuando en realidad casi todo te va fatal es síntoma claro de un Piterpanismo inconsciente digno de mejor causa. Los problemas no se solucionan ni negándolos ni sonriéndolos bobaliconamente, sino tomando constancia de ellos y evaluando soluciones. Y eso en el caso que tengan solución, claro. Ser demasiado optimista introduce una variable de irrealidad y de falso control de la situación que puede tornarse peligroso. Es lo del vaso medio lleno o medio vacío. Si de ese vaso tienen que beber 10 personas, no tiene mucho sentido pensar que todas saciarán su sed, porque hay que ser optimistas. En realidad pasarán sed las diez, así que hay que ir a buscar una fuente.

No suelo empatizar con la gente excesivamente optimista, aunque reconozco que me gustaría ser como ellos, porque en su mundo de optimismo idílico, deben ser felices ... ya dijo alguien que cuanto menos sabes mejor vives ...

PD: Por si alguien pregunta, mi posición actual es ser un realista con ramalazos pesimistas y brotes de moderado optimismo cuando la situación es propicia. Imperfecto que es uno ...