15 mayo 2006

¿Algo pasa en la blogocosa?

Lo ha dicho Borjamari en su último post, y yo también creo que algo pasa en la blogocosa. Últimamente algun@s históric@s están cerrando sus proyectos blogueriles. Y no solo Dioses y Diosas del olimpo bitacorero, también Desencantomaníac@s mucho más modestos pero igual de imprescindibles para un servidor.

Sin entrar en los motivos de cada uno (ahí están los propios autores/as para explicarlos en sus posts de despedida o no explicar nada) podemos destacar como recientes y sonados abandonos de barco, en el primer grupo a Bo Beep (según se desprende de su último post), laceci y ardelia (que lleva mes y medio sin actualizar).

En el segundo grupo tenemos como ejemplos palmarios a Farador, Johnluck, Kordelia, Sil (aunque a veces resucita), Bruxa y muchos otros que me dejo en el tintero (Iba a poner también a Malasanta, pero ha vuelto !!!).

Y es que, en teoría, que alguien abandone un blog no debe ser noticia. Esto es un pasatiempo, no un trabajo, y como tal el personal lo abandona o no en función de multitud de factores no necesariamente lógicos: Por falta de tiempo, por aburrimiento, porque ya no tiene necesidad de seguir escribiendo (si es que escribía por alguna razón), porque el blog se le ha ido de las manos, porque ha dejado de ser todo lo anónimo que se pretendía o simplemente por que sí.

Yo mismo me estoy planteando la continuidad de La Belleza. Más que la continuidad (que suena muy tajante) , su enfoque. Me divierte postear y no dejaré de hacerlo mientras pueda, pero me he dado cuenta que últimamente la calidad de mis escritos (si es que alguna vez la tuvieron) ha decrecido. Esto obviamente es totalmente subjetivo, pero yo noto que últimamente no me gusta mucho como estoy escribiendo. El 75% de los posts son chorradas y el espacio para la reflexión desencantada es cada vez menor. Una amiga mía que me lee hace poco me decía que mi blog era una mezcla de noticias comentadas del Que y del Marca, salpimentadas con ligeros retazos de vivencias insustanciales. Y la verdad es que no le falta razón del todo. También he recibido otros feedbacks nada halagadores (que agradezco, dicho sea de paso).

Podría esgrimir multitud de razones (excusas?) como por ejemplo que ahora tengo poco tiempo para elaborar mis desencantados posts de siempre y mis sesudas teorías científicas sobre la vida y su circunstancia, o que las musas también se han tomado unas pequeñas vacaciones. También se podría atribuir igualmente a otros factores como el ejercicio de una ligera autocensura en algunos temas personales (mi blog lo conoce demasiada gente de mi entorno personal, y eso influye en lo que escribo) o el hecho cierto de que cuando las cosas no van mal del todo, se tiende a ser más aburrido. La "felicidad" nunca ha dado titulares.

En cualquier caso, independientemente de que la bloguería patria (yo incluido) pueda abandonar el proyecto, comenzar otro totalmente distinto o cambiar el modo de escribir, todo esto es ley de vida bloguera. El cambio es la única constante en casi todos los ecosistemas, incluido el bloguero.

De todas formas tranquilos, queridos desencantomaníacos, de momento me tendreis que seguir soportando :-)