05 enero 2006

Volvió el desencanto

Nunca hay que confiarse. Siempre hay que estar temeroso, al acecho, preparado para lo malo. Yo que me las prometía tan felices con el viaje y el disfrute, y va mi jefe hoy y me pone una entrega de informes para el martes. ¿Que hago, mando todo a tomar por el recto y me olvido de la situación o me asfixio los tres días y lo paso mal?. Todos direis que haga lo primero, pero al final me acabará pasando lo segundo. Mierda de responsabilidad.