07 octubre 2005

Estas malditas máquinas

Esta mañana iba yo al banco antes de entrar al trabajo y me topo con esa especie de capsula circular que hay en algunas sucursales que primero se abre una cristalera, luego se cierra, pasan cinco segundos (donde se supone que te analizan si llevas un AK-47) y luego se abre la otra y puedes pasar.



Pues entro, se cierra la primera puerta, pasan cinco segundos y en vez de abrirse la segunda oigo una voz metálica que me dice lo siguiente "Disculpe las molestias, pase de uno en uno, gracias". Y comenzó a repetirlo cada 5 segundos, mientras el abnegado empleado bancario le daba a un botón que no funcionaba. Tardé más de un minuto en salir del engendro del demonio.

Resultado, todo el mundo en el banco se enteró que yo pesaba por dos personas. Malditas maquinas.