24 octubre 2005

¿Crisis, what crisis?

Atención, noticia. Este blog va cuesta abajo y sin frenos. Cáspita!. Desde que no comento habitualmente por esos blogs de Dios ni me expansiono blogosférico-socialmente, desde que tengo poco tiempo para postear, leer y comentar, se han reducido alarmantemente mis estadísticas de visitas, mis comentaristas de cabecera me han abandonado, no hago más que bajar y bajar a las profundidades del top500 y cualquier día de estos me bajan el Page Rank. Lo peor de todo, en cualquier caso, es que mi marido no ha dejado de roncar. Que tragedia, po dio, que tragedia ...



Pero doctor, ¿hay cura?. ¿Hago más caso a Joi Ito?, ¿intento denodadamente en cambiar (de una puñetera vez) el diseño?, ¿me esfuerzo en crear posts inteligentes, sagaces, irónicos y divertidos?, ¿contrato los servicios de algun profeta blogosférico para que me asesore?, ¿Entro en tropecientos mil blogs para que me devuelvan visita?, ¿sigo disculpándome por no poder comentar?, ¿Me cuelgo del fluorescente? ... Porca vida la del bitacorero ocupado.

Eso sí, un desencantado y bello agradecimiento a la cada vez más pequeña pero incansable legión de fieles que pese a mi mediocridad y dispersión bloguera seguís al pie del cañon.

Actualización 26 Octubre, 15:06: Gracias por los comentarios. Pero no os equivoqueis, este post iba del palo irónico :-), me importa tres carajos el page rank, el top500 y la biblia en verso. No me van a sacar de pobre.