02 agosto 2005

Vacaciones

A día de hoy no se donde voy a ir de vacaciones. Ni siquiera se si voy a ir de vacaciones. Es un hecho cierto que tengo unos cuantos días de asueto, entendidos éstos como días que no voy a trabajar, pero de ahí a que efectivamente coja maleta y billete va un trecho.



Esta indecisión responde a varios motivos, a saber: Mi indecisión genética, mi legendario espíritu anti-aventurero y una coyuntura económica no demasiado favorable. Aun así, sería bastante beneficioso para mi corpore (y no digamos para mi mens) salir de la meseta. Yo optaría por el interior (no me gusta la playa) pero no se descarta un furtivo paso por la arena y el sol, con su correspondiente y elevado factor de protección. Esto último dependerá en gran medida de ella.

Tanto tiempo esperando las vacaciones y cuando llegan elegir un destino o algo que hacer en este tiempo se convierte en un agobio más. Visicitudes de la vida moderna.