23 julio 2004

Poesía bloguera

Por una vez, y sin que sirva de precedente, voy a contestar a las cinco del viernes el mismo viernes. Estoy de un disciplinado ...

1) ¿Cuál es tu opinión sobre la poesía?

No soy un gran lector de poesía, pero me gusta de vez en cuando leer algun poema. Tengo algún que otro libro de poesía en mi estantería y leo poesias sueltas. Son como píldoras para el alma. Sobre todo porque en un porcentaje bastante alto, hablan de melancolía, tristeza y amores no correspondidos, y eso me va mucho. Pero, para hacer honor a la verdad, cultivo poco el género (menos de lo que debería).

2) ¿Memorizaste alguna vez una poesía para a decírsela a alguien después? ¿Se la declaraste?

En mi mas tierna juventud lechona intenté memorizar alguna para, en un concienzudo pero muy improbable plan (por mi timidez supina), impresionar a alguna fémina que me gustaba, pero nunca conseguía acordarme, no se si porque tampoco insistía mucho o porque mi memoria nunca ha sido paquidérmica. A veces (todavía lo hago) recito canciones que a mi me dicen cosas como si fueran poesía, no se si eso vale. En cualquier caso, si que he utilizado alguna vez algun verso de alguna poesía en alguna carta (cuando todavía eran manuscritas) y no decía de quien era el verso en cuestión. Y es que como decía Neruda, "La poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita".

3) ¿Alguna vez haz escrito o tratado de escribir una poesía?

Alguna que otra vez lo he intentado, pero no pasaba de ser un valdío baldío intento que acababa inexorablemente en la papelera. Quizás en la prosa me defienda algo, pero el verso nunca se me ha dado bien.

4) ¿Quién es tu poeta favorito?

El de casi todos, el chileno universal.

5) ¿Cuál es tu poesía favorita y por qué?

Iba a poner una clásica de Neruda, el famoso "me gusta cuando callas porque estás como ausente", el poema 15 de sus "veinte poemas de amor y una canción desesperada", pero por no ser repetitivo al final me he decidido por otra clásica de Rubén Darío, otro de mis poetas de cabecera. Este poema me dice muchas cosas, sobre todo en esta etapa complicada de mi vida.

Canción de otoño en primavera

Juventud, divino tesoro,
¡ya te vas para no volver!
Cuando quiero llorar, no lloro...
y a veces lloro sin querer.

(...)


Actualización (Sábado 24, 17:51): Un amable lector, vía comentarios, me ha sacado de mi error ortográfico con la palabra baldío. Procedo a corregirla. Se agradece el aviso, me gusta escribir correctamente, o al menos intentarlo. Seguramente se me han escapado también muchas tildes (es mi talón de Aquiles particular) :-)