01 julio 2004

Hace un año comenzó todo

En estos días se cumple un año desde que comencé a escribir mi primera bitácora. Llevaba bastante más leyendo otros blogs, y decidí que era hora de pasar a la acción. Aunque con un parón de 5 meses largos, técnicamente llevo metido en estos berenjenales un añito, contando el mes y pico que llevo escribiendo en este nuevo proyecto de La belleza del desencanto. Y parece que fue ayer cuando escribí mi primer post.

He estado releyendo esta mañana mi antiguo weblog. Me prometí que no lo haría, pero lo releo de vez en cuando. ¿Masoquismo?. Puede ser. Seis meses de posteo diario, que resume mi vida en la segunda mitad del 2003. Me doy cuenta que fue una epoca de sufrimiento casi constante. Hay muy pocos posts alegres o positivos y mucho compadecimiento y reflexiones apocadas y melancólicas. Tengo la virtud (una de las pocas que me adornan) de explicar bastante bien mis estados de ánimo, y en el weblog metía toneladas de realidad, como dijo Borjamari cuando lo criticó. Era lo que realmente sentía y simplemente lo plasmaba. El apesadumbramiento de aquella epoca todavía me acongoja.

Pero esa etapa pasó. También estoy casí convencido que pasó mi etapa crítica de la primera mitad del año 2004, sin blog de por medio. Sin duda la peor que recuerdo. Muchos problemas, sin ver la luz en el tunel. No quiero ni imaginar lo que habría escrito en esa época si hubiera seguido con el blog. Fue un acierto abandonar la escritura estos meses. Mentalmente muy higienico. No quiero volver a esas etapas. Quiero olvidarlas cuanto antes.

Necesito pensar que he entrado en otra dinámica, más positiva, más interesante para mí mismo. Y quiero plasmar esas vivencias aquí, en este weblog, que está comenzando a funcionar con otro estilo diferente a mi anterior proyecto. Quizás el título, La belleza del desencanto, pueda inducir a pensar que seguimos por los mismos derroteros, pero nada más lejos de la realidad. Quiero convertir en bello el desencanto. Llevarlo a otro terreno. Reirme cuando me vaya mal. Afrontar los problemas desde otras perspectivas. Ser proactivo y no reactivo. Buscar el lado positivo de la mala suerte, del destino injusto. Aprender. Y cuando las cosas me salen bien, disfrutarlo y no achacarlo a un oasis en el desierto.

Esa es la idea. Aunque habrá días que mis posts se parecerán a los de mi antiguo blog. Eso será irremediable, porque las querencias son las querencias. Pero el tono general será otro. Seguro.

PD: Borre intencionadamente todos los post de mi antiguo blog. Fue una especie de catarsis para eliminar de un plumazo esos meses malos. Solo deje uno, mi despedida. Si algún lector curioso le apetece leer mi antiguo blog, que se ponga en contacto conmigo y se lo pasaré. No me avergüenzo de lo escrito, es más, estoy bastante satisfecho de como lo escribí. Pero quería, de alguna manera, comenzar de cero. Y creo que lo estoy consiguiendo.